Invertir en empresas con una baja huella de carbono tiene un efecto limitado en la descarbonización. Sin embargo, las compañÃas que ofrecen soluciones contra el cambio climático ayudan a evitar más emisiones de CO2 de las que generan con sus actividades. La inversión en tecnologÃas que aceleren la reducción de dichas emisiones facilitará una descarbonización con el máximo impacto positivo para la sociedad.
«Es urgente descarbonizar cuanto antes todos los aspectos de la vida humana. Si no recortamos drásticamente las emisiones de CO2 durante las próximas décadas, el calentamiento global sobrepasará el umbral crÃtico de 2 grados centÃgrados planteado como lÃmite en el Acuerdo de ParÃs», apunta Velislava Dimitrova, gestora del Fidelity Funds Sustainable Climate Solutions Fund.
El objetivo es ir más allá de las empresas con bajas emisiones
Los inversores cuentan con dos vÃas para facilitar la descarbonización. Por un lado, el diálogo activo con las empresas en las que invierten, para fomentar la adopción de estrategias que permitan reducir las emisiones de CO2. Por otro lado, adoptar estructuras de gobierno corporativo relacionadas con el cambio climático, y la asignación del capital. «En lo que se refiere a esta segunda vÃa, muchos inversores están canalizando capital hacia empresas con bajas emisiones o que se benefician de la transición climática que en realidad contribuyen poco a la reducción de las emisiones de CO2 del conjunto de la sociedad», apunta Dimitrova. Por el contrario, la inversión en tecnologÃas que aceleren vigorosamente la reducción de las emisiones «facilitará una descarbonización con el máximo impacto para la sociedad».
A menudo, la huella de carbono deja de lado el impacto social que tienen los productos de las empresas en la descarbonización del planeta. Sin embargo, muchas compañÃas que ofrecen soluciones contra el cambio climático ayudan a prevenir más emisiones de CO2 de las que generan con sus actividades. Tal y como recuerda la gestora, «centrarnos exclusivamente en su huella de carbono pasarÃa por alto el impacto que tienen en la descarbonización de la sociedad».
Pone como ejemplo a Wuxi Lead Intelligent Equipment, en donde se fabrican baterÃas para vehÃculos eléctricos y cuyos productos contribuyen a la descarbonización facilitando la electrificación del transporte. Usando la información presentada a las autoridades, datos sectoriales y modelos fundamentales, «nuestro análisis pone de relieve que la reducción de las emisiones de CO2 que se consigue con la adopción de los coches que utilizan las baterÃas de Wuxi compensa considerablemente las emisiones totales que genera la compañÃa», afirma Dimitrova. La disminución de CO2 se calcula multiplicando el número de vehÃculos eléctricos fabricados usando las baterÃas de Wuxi por la diferencia entre las emisiones anualizadas de un vehÃculo eléctrico y uno de combustión interna a lo largo de su ciclo de vida sobre la base del mix actual de generación en el mundo.
«Hay que invertir en tecnologÃa que impacte en toda la cadena de valor»
Otro ejemplo lo encontramos en Kingspan, fabricante lÃder de productos para el aislamiento de edificios. El aislamiento de edificios reduce el consumo de energÃa, lo que, a su vez, reduce las emisiones de CO2, contribuyendo asà a la descarbonización. «En este caso, la disminución de CO2 se calcula suponiendo que la energÃa ahorrada por los productos aislantes de la compañÃa evita una producción energética equivalente a partir de combustibles fósiles. Es decir, se multiplica un factor de emisiones (CO2 G/KwH) por la energÃa total ahorrada al año gracias a los aislantes fabricados por Kingspan», puntualiza.
Las proyecciones para 2025 incorporan un incremento considerable del CO2 evitado, algo que cabe esperar a medida que la adopción de estas tecnologÃas de descarbonización se acelere debido a las mayores inversiones y el apoyo de los gobiernos.
Enfoque activo
Las compañÃas que invierten en tecnologÃas de bajas emisiones, incluidas las de sectores con altas emisiones (como energÃa o industria) serán las que proporcionen soluciones para descarbonizar todos los aspectos de nuestras vidas. «Por eso, votar en las juntas generales es una responsabilidad fundamental como accionistas. El objetivo debe ser fomentar la descarbonización de las empresas participadas poniendo en marcha estructuras de gobierno corporativo relacionadas con el cambio climático y promoviendo la adopción de soluciones con bajas emisiones», reflexiona Dimitrova. Recuerda que alcanzar las cero emisiones netas en 2050 solo se conseguirá invirtiendo en soluciones y tecnologÃas que contribuyan a acelerar de forma decisiva la descarbonización de la sociedad en toda la cadena de valor, «frente a invertir en empresas con una baja huella de carbono, pero con un impacto mÃnimo».
Este artÃculo ha sido publicado originalmente en este sitio.
