Aviones de combate rusos derribados están apareciendo con rudimentarios receptores de GPS «pegados a los tableros» en Ucrania porque sus sistemas de navegación incorporados son muy malos, dijo el secretario de defensa del Reino Unido, Ben Wallace.
Wallace agregó que había evidencias que sugerían que el ‘hardware’ militar ruso estaba siendo llevado al límite por la invasión de Ucrania. «Se han encontrado receptores ‘GPS’ pegados a los tableros de los Su-34 rusos para que los pilotos supieran dónde estaban, debido a la mala calidad de sus propios sistemas», dijo.
«El resultado es que, si bien Rusia tiene grandes cantidades de artillería que les gusta exhibir, no pueden aprovecharlas para maniobras de armas combinadas y solo recurren a bombardeos indiscriminados masivos», añadió. El Su-34 se fabricó por primera vez en la Unión Soviética a principios de la década de 1990, pero sigue siendo uno de los principales aviones de combate de Rusia.
Ucrania ha compartido abundantes pruebas de los intentos de Rusia de solucionar problemas con equipos militares antiguos. El mes pasado, las tropas ucranianas exhibieron lo que dijeron que era un dron ruso que había sido cubierto con cinta adhesiva y equipado con un tapón de botella de plástico genérica como tapa de combustible. En marzo, las tropas ucranianas encontraron lo que parecían ser vendajes del ejército ruso que datan de 1978 desechados en un campo de batalla.
En su discurso del lunes, Wallace dijo que los vehículos rusos «se encuentran con frecuencia con mapas de Ucrania en papel de la década de 1980» y que los soldados estaban usando «troncos de pino como protección improvisada en camiones logísticos».
Por otra parte, Rusia parece estar perdiendo cazabombarderos supersónico bimotor y biplaza Su-34, una variante altamente evolucionada del caza Su-27, que prometía marcar el comienzo de una nueva era de bombardeo de alta tecnología y precisión. Están cayendo en cantidades que deben ser alarmantes para los comandantes de las fuerzas aéreas rusas. Estos aviones nuevos sufren el mismo destino que los más antiguos, según informaba ‘Forbes’.
Los Su-34 han volado a Ucrania arrastrando problemas de sus predecesores. La falta de municiones guiadas con precisión que obliga a los aviones de combate a volar bajo a través de las defensas aéreas ucranianas. Esto implica que están siendo víctimas de misiles de corto alcance que probablemente sean guiados por infrarrojos.
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