Con la excusa de ofrecer jugosas inversiones de bajo riesgo, llegó a amasar una fortuna fraudulenta de más de 2 millones de euros. La Policía Nacional ha detenido en Fuenlabrada a un hombre de 48 años y nacionalidad nigeriana por presuntamente estafar a un total de 32 personas, a quienes prometía multiplicar sus criptomonedas a través de anuncios publicitarios en internet. Servido el anzuelo, los afectados registraban sus datos personales y un supuesto experto contactaba con ellos para prestarles asesoramiento. Pero nada más lejos de la realidad.
Los agentes le seguían el rastro desde hace dos años, hasta el punto de constatar la elevada complejidad del engaño: los responsables suplantaban identidades de sociedades mercantiles y empleaban plataformas de pago, causando un enorme perjuicio a las víctimas. La trazabilidad de los casos llevó a los investigadores a identificar y arrestar al principal líder de la organización, el cual se hacía pasar por el comercial que contactaba con los damnificados.
El falso asesor carece de antecedentes pero estaba siendo investigado por otras estafas relacionadas con las ‘cartas nigerianas’. Las pesquisas, además, permanecen abiertas y no se descartan nuevas detenciones.
Esta operación se suma a la desarticulación también a manos de la Policía Nacional de un entramado dedicado a realizar estafas piramidales de índole similar. En concreto, contactaban con jóvenes, algunos de ellos menores, en parques, hoteles o en el entorno de colegios y les prometían «grandes ganancias económicas tras formarlos en inversiones financieras y realizar operaciones no permitidas en España».
Esta segunda actuación policial se ha saldado con el arresto de ocho personas, al frente de una academia que supuestamente formaba en transacciones financieras mediante la formación en inversión en ‘trading’ y criptomonedas. Era tal el grado de atracción que dos adolescentes contactadas cuando tenían 17 años llegaron a marcharse de casa para convivir con miembros de la organización.
«Captaban a sus víctimas tanto abordándolas en parques públicos como a través de eventos presenciales organizados en hoteles y llegaban a utilizar técnicas de persuasión propias de organizaciones sectarias», informaba el jueves el Cuerpo Nacional. El gancho, cómo no, era disfrutar de una «vida repleta de lujos». Para entrar en la red, los perjudicados debían ingresar un primer pago de 200 euros y sucesivas cuotas mensuales de 150.
Engaño piramidal
Una prestación que solo dejaban de abonar si introducían a otras dos personas; y a partir de su tercera captación, llegaba el momento de empezar a cobrar. Las averiguaciones, iniciadas un año atrás, permitieron descubrir que el principal líder habría podido ser responsable de la admisión directa e indirecta de alrededor de 2.500 personas.
La denuncia formulada por una asociación de víctimas de sectas fue el punto de partida para detectar la existencia de esta academia, operativa desde 2019 y extendida por todo el territorio nacional. La plataforma formativa era la sucesora de otra sobre la que recaía una advertencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. No es de extrañar, por tanto, que el principal impulsor hubiera participado en otras estafas piramidales y conociera a miembros de la directiva de la academia en otros países.
Los apresados, que exhibían una vida repleta de lujos en redes sociales a fin de atraer a potenciales clientes, están acusados de los presuntos delitos de estafa, publicidad engañosa y pertenencia a organización criminal.
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